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La conexión entre el cuerpo y las emociones es fascinante, y en el ámbito de la fisioterapia y la osteopatía esta relación es fundamental para comprender y tratar ciertos dolores. También en la medicina occidental cobra cada día más importancia.

Muchas veces, los problemas musculares que experimentamos pueden tener su origen en disfunciones viscerales, es decir, en órganos internos. En este artículo, exploraremos cómo saber si el dolor muscular es de origen visceral.


¿Qué es la conexión visceral-muscular?


La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo por completo.

Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción visceral, puede enviar señales a través de esta red que afectan los músculos circundantes, causando dolor o rigidez en áreas aparentemente no relacionadas.

Signos de que tu problema muscular puede tener un origen visceral:

  • Inexistencia de traumatismos ni sobreuso de la musculatura o la articulación que nos duele: si nos duele mucho una zona en la que ni hemos recibido ningún golpe ni tan siquiera usamos en exceso, es motivo para sospechar que nuestra lesión puede tener un origen visceral. Por ejemplo, una disfunción en el hígado puede manifestarse como dolor en tendones del hombro derecho.
  • El paciente tipo es de mediana edad: es mucho más frecuente el dolor musculo- articular relacionado con disfunciones viscerales en una persona que está entre los 25 y 70 años.
  • Aumento de los síntomas en reposo o cuando nos vamos de vacaciones: es normal que los dolores que tienen un origen visceral aumenten en el momento del día en el que paramos, por ejemplo cuando nos vamos a dormir. Además, en periodos de mucho stress laboral o emocional, el dolor suele hacerse presente justo cuando acabamos esa etapa, como son el comienzo de las vacaciones o al finalizar una etapa de mucho sufrimiento emocional (una muerte de un pariente cercano, un divorcio, una deslealtad…).
  • Cambios en la movilidad/sensibilidad de una articulación sin lesión aparente: si experimentas cambios en el rango de movimiento de una articulación sin una lesión traumatológica, podría ser indicativo de un problema visceral. Por ejemplo: una disfunción en el intestino grueso o colon podría causar restricciones en la flexión hacia delante de nuestro tronco, sin necesidad de que hayamos hecho esfuerzos con esa zona. Y otro ejemplo habitual: la disfunción de los riñones puede provocar sensibilidad dolorosa en la parte baja de la espalda o zona lumbar.
  • No funciona la medicina ni los tratamientos convencionales: una lesión se nos repite una y otra vez durante una etapa. Nos medicamos, ocultamos sus síntomas durante un tiempo, pero vuelve a aparecer en cuanto terminamos el tratamiento
    farmacológico. Esto debe hacernos sospechar de una disfunción visceral que nos está causando los síntomas dolorosos.

En conclusión, si experimentas problemas musculares o articulares persistentes y recurrentes, es importante considerar la posibilidad de que tengan un origen visceral. Consultar a un fisioterapeuta osteópata con experiencia en este enfoque puede ser fundamental para identificar y tratar eficazmente la causa subyacente de tus síntomas, brindándote alivio y mejorando tu calidad de vida a largo plazo.

En Fisioterapia Goya nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el diagnóstico y tratamiento de los dolores de origen visceral, no dudes en contactarnos si crees que te encuentras en esta situación.

¡Gracias por leernos!

Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin


¿Cuál es el significado de disfunción visceral?


En el mundo de la salud a menudo encontramos términos que pueden sonarnos un poco raros. Uno de ellos es la «disfunción visceral».


¿Qué es una Disfunción Visceral en Osteopatía?


En términos simples, una disfunción visceral se refiere a un problema en los órganos internos del cuerpo que no es de excesiva importancia, pero que mantenido en el tiempo acaba afectando a su función normal. Puede ser causada por diversos factores, tales como el estrés, emociones alteradas, malos hábitos alimenticios o factores mecánicos -por ejemplo estar sentado muchas horas al día delante de una pantalla-.

Lo que puede sorprender a muchos es que una disfunción visceral puede manifestarse a través de síntomas en nuestro sistema musculoesquelético. La conexión entre los órganos internos y el sistema musculoesquelético se establece a través de una red de nervios y fascias que recorren todo el cuerpo. Cuando un órgano interno presenta alguna disfunción, puede enviar señales a través de esta red que afectan a los músculos circundantes o a otros que están a distancia aparentemente no relacionados.

Dolores de espalda, rigidez en el cuello, contracturas, problemas posturales e incluso dolor en las articulaciones sin venir a cuento, pueden ser resultado de una disfunción en los órganos o vísceras. Por ejemplo: una disfunción vísceral del estómago suele producir una contractura en la zona interescapular izquierda que se repite habitualmente. O una disfunción del hígado puede producir una tendinopatía de hombro derecho.


Tratamiento de una Disfunción Visceral desde la Fisioterapia y la Osteopatía


La buena noticia es que la fisioterapia y la osteopatía pueden desempeñar un papel crucial en el tratamiento de una disfunción visceral. Los fisioterapeutas osteópatas estamos capacitados para evaluar los dolores que, por la forma de presentarse, repetirse y no curarse con la medicina y la fisioterapia convencional, sí reaccionan positivamente con el enfoque de la osteopatía visceral. Por lo tanto, es importante sobre todo un buen diagnóstico de la lesión, para posteriormente realizar un correcto tratamiento.


Osteopatía Visceral: Un Enfoque Integral


Dentro de la Osteopatía, existe un enfoque específico conocido como osteopatía visceral. Este enfoque se centra en el diagnóstico y tratamiento de las disfunciones en los órganos internos. En Fisioterapia Goya, nuestros fisioterapeutas osteópatas utilizan técnicas manuales para restaurar la movilidad, motilidad y la función adecuada de los órganos. Esto, unido al ejercicio terapéutico y a la implementación de rutinas saludables, consigue aliviar los síntomas musculoesqueléticos asociados de una disfunción visceral.

Recuerde, escuchar a su cuerpo es fundamental. Si experimenta síntomas musculoesqueléticos que se repiten continuamente y que no curan de forma tradicional, podrían estar relacionados con una disfunción visceral. No dude en comunicarse con nosotros, nuestro equipo de fisioterapeutas osteópatas lleva años de buenos resultados en el tratamiento de las disfunciones viscerales.

Si necesitas más información o quieres reservar una cita para que realicemos un diagnóstico y tratamiento, no dudes en contactarnos.

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Andrés Sánchez - Fisioterapia Goya

Autor artículo:
Andrés Sánchez Dávila
Fisioterapeuta/Osteópata y Director de Fisioterapia GoyaLinkedin

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