Cuando hemos caído en alguno de los malos hábitos anteriormente citados y pasamos meses o años de esa manera, el estómago suele entrar en disfunción y comenzamos a tener síntomas que nos recuerdan que algo no va bien en nuestro sistema digestivo. Los principales signos de la disfunción de estómago son los siguientes:
– Acidez de estómago: cuando esto sucede, nuestro paciente sentirá su estomago hinchado de forma inmediata tras la ingesta de cualquier alimento, por pequeño que sea. El inicio de la acidez puede ser muy brusco y agudo al comienzo, lo que denominamos gastritis aguda.
– Reflujo gastroesofágico (RGE): es la mezcla de ácidos y comida no digerida que nos sube de vuelta desde estómago al esógafo (tubo digestivo que conecta el estómago con la boca). El reflujo se suele presentar cuando nos tumbamos después de comer o cenar y está comprobado que de forma continuada durante años puede producir cáncer de esófago, por lo que es importante ponerle solución cuanto antes. Se presenta habitualmente cuando el paciente tiene hernia de hiato.
– Hinchazón (alta o baja): la hinchazón en la zona epigástrica (la zona alta de la barriga) es producida por el estómago y sucede justo después de comer. La hinchazón en la zona del bajo vientre está relacionada con intestinos y se produce a las 2-3 horas de haber comido.
– Hernia de hiato: cuando padecemos una hernia de hiato (explicamos lo que sucede en otro de nuestros artículos) se reproducen síntomas como la acidez y el reflujo antes nombrados, que puede acabar afectando al esófago, a nuestra garganta e incluso a nuestras cuerdas vocales, produciéndose ronquera en algunos casos.
– Ptosis de estómago: esto significa que el estómago desciende respecto a su posición habitual en el abdomen y traccionará a su vez del hígado, provocando alteraciones en la función hepática y digestiva. Se suele dar en personas con falta de tono abdominal y hipotonía del suelo pélvico. Los pacientes tipo son: hombres mayores, hombres muy altos y delgados, y personas que han experimentado un descenso de peso de forma muy rápida.
Tras haberos contado los síntomas principales del estómago, ahora os detallamos los dolores musculares que suelen acompañarlo (uno o varios a la vez). De forma habitual, una disfunción estomacal conllevará rigidez y bloqueo en las vértebras torácicas T5-T6 y estos bloqueos provocarán problemas a su vez en la zona cervical. Los dolores referidos del estómago suelen ser:
– Rigidez torácica en la zona T5-T6: de este nivel medular sale la inervación simpática del estómago.
– Rigidez cervical izquierda, Tortícolis y Punto Gatillo en músculo Trapecio izquierdo: La rigidez dorsal anteriormente nombrada genera una hipermovilidad cervical baja y esto produce el problema de la zona cervical. Además, la vertebra dorsal o torácica T5 está relacionada de forma vascular directa con la vertebra cervical C5. CURIOSIDAD Si el paciente ha sufrido un latigazo cervical por un accidente de tráfico, es probable que exista compresión del nervio espinal -par craneal XI- que sale por el agujero rasgado posterior de nuestro craneo, e inerva al músculo trapecio y esternocleidomastoideo, generando dolor de cuello y espalda.
Además, por ese agujero también sale el nervio Neumogástrico o “Vago” -par craneal X- que inerva al estómago, y también producirá alteraciones gástricas en dicho paciente.
– Tendinopatias del hombro izquierdo y Punto gatillo en el músculo infraespinoso del hombro izquierdo: producidos por la antepulsión o adelantamiento del hombro, que se sitúa así por tensiones fasciales directas del estómago.
– Síndrome de Tietze: dolor muscular agudo en las costillas y en el cartílago que une costillas y esternón.